domingo, 17 de mayo de 2009

CANCION: LOS POLLITOS

RANAS PIDIENDO SU REY

El cazador de pájaros y el aspid



Un cazador de pájaros cogió la liga y las ramitas untadas y partió para la caza. En el camino vio a un tordo encaramado en un árbol elevado y se propuso cazarlo, para lo cual ajustó las varitas como suelen hacerlo y, mirando fijamente, concentró en el aire toda su atención. Mientras alzaba la cabeza, no advirtió que pisaba un áspid dormido, el cual, revolviéndose, le mordió. Y el cazador, sintiéndose morir, exclamó para sí:
- Desdichado! Quise atrapar una presa, y no advertí que yo mismo me convertía en presa de la muerte.

Cuando pensamos en dañar a nuestro prójimo, no nos damos cuenta de nuestra propia desgracia
.


El enfermo y su doctor

Habiéndole preguntado un médico a un enfermo por su estado, contestó el enfermo que había sudado más que de costumbre.-Eso va bien dijo el médico.Interrogado una segunda vez sobre su salud, contestó elenfermo que temblaba y sentía fuertes escalofrios.-Eso va bien -dijo el médico.Vino a verle el médico por tercera vez y le preguntó por su enfermedad. Contestó el enfermo que había tenido diarrea.-Eso va bien -dijo el médico, y se marchó.Vino un pariente a ver al enfermo y le preguntó que cómo iba.-Me muero -contesto- a fuerza de ir bien.

Por lo general, quienes nos rodean nos juzgan por las apariencias y nos consideran felices por cosas que en realidad nos producen profundo dolor.